Sacudir la indiferencia: Nuestras realidades como trabajadoras domésticas

Sobre esta publicación

En Colombia existe precariedad laboral y discriminación hacia las mujeres en el mundo del trabajo, especialmente en el trabajo doméstico. La mayor parte de la población ocupada en este sector son mujeres, habitantes de cordones de pobreza en las ciudades, la mayoría negras, y que han sido víctimas del conflicto armado.

Muchas de estas trabajadoras viven la incertidumbre de un sector con alto grado de intermitencia en el empleo y temen llegar a una avanzada edad sin contar con la posibilidad de un retiro digno.

Pero ahora se gesta una ola de cambio global. En 1988 se creó la Confederación Latinoamericana de Trabajadoras del Hogar (Conlactraho), primera en el mundo; en el 2011 se adoptó el Convenio 189 de la OIT sobre trabajadoras y trabajadores del servicio doméstico y en 2013 se formó la Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar (FITH). Estos son algunos de los hitos que han dado fuerza a una agenda global transformadora.

En Colombia, posterior a la adopción en 2012 del Convenio 189, se conformó la Unión de Trabajadoras Afrodescendientes del Servicio Doméstico (Ustrasd), un sindicato con un componente étnico en sus bases, estructura y agenda, que se suma a las luchas que desde los años 80 inició Sintrasedom y la Asociación de Trabajadoras del Hogar de Bucaramanga.

La Escuela Nacional Sindical ha acompañado la conformación y el fortalecimiento de Utrasd desde el 2011, para favorecer la realización de los derechos y el empoderamiento de las trabajadoras domésticas, y promover políticas públicas hacia la implementación del Convenio 189.

Deja un comentario