Presentación

Colombia es el cuarto productor mundial de aceite de palma y el primero de América.

En nuestro país la producción se centra en los departamentos de Cesar, Meta y Santander, los cuales concentran alrededor del 70% de los empleos directos e indirectos de esta industria, sumando alrededor de 93.372 empleos directos e indirectos. Según Fedepalma, desde el inicio de la producción, en los años 60, hasta la actualidad, los municipios destacados en producción son San Martín (Cesar), San Alberto (Cesar), Acacías (Meta), Cumaral (Meta) y Puerto Wilches (Santander).

En Colombia son escasas las investigaciones sobre los cambios en los sistemas de producción agrícola o las modalidades del trabajo en el sector rural y los efectos en la salud de los trabajadores del agro. Por eso el fin de esta cartilla es dar a conocer los problemas sanitarios, efectos agrotóxicos y riesgos de seguridad entre las personas que prestan sus servicios en el sector de la palma de aceie

La importancia de lo rural en la recuperación económica mundial y de nuestro país

Atravesamos un momento de la historia de una crisis existencial que nos obliga a replantear las políticas financieras, crediticias y comerciales en relación con el agro, no solo a nivel mundial, sino también en el marco de cada país.

Los problemas agropecuarios en la globalidad

La pandemia del Covid19 no solo ha cobrado la vida de centenares de miles de personas, sino que también afectó las cadenas de suministro a nivel mundial, incluyendo las alimentarias, y paralizó sectores de la actividad económica con la consecuente destrucción de empleos y de ingresos de gran parte de la población ocupada.

Pero a esta pandemia y a la del desempleo ahora se les suma una nueva, también global: la del hambre. Ya antes de la crisis actual, el hambre a nivel mundial alcanzaba a 821 millones de personas que sufrían de «inseguridad» crónica de alimentos (es decir, sin comida suficiente, debido a la falta de medios para comprarla o por escasez de alimentos). De acuerdo con las estimaciones del Programa Mundial de Alimentos de la Organización de Naciones Unidas esta crisis alimentaria es de «proporciones bíblicas», pues podría llevar a la muerte por inanición a 270 millones de personas, una población más grande que la de Europa.

Además del mejoramiento del sistema de salud para derrotar el Covid19 se necesitan una serie de medidas de ayuda alimentaria de emergencia para revertir la «pandemia del hambre», como parte del impulso para crear un nuevo sistema agropecuario y de alimentos que sirva a los intereses de todas las naciones. Esto pondría fin a esas prácticas del sistema de cartelización del control de los alimentos de los grandes productores agropecuarios, que han vuelto vulnerable al mundo actual ante la escasez de alimentos.

Para llevar a cabo estos propósitos habría dos consideraciones básicas: ¿Cuáles son los volúmenes de producción necesarios? ¿Cuáles son los requisitos para lograrlo?

Del éxodo humano a la supervivencia organizada

Memoria histórica de Sintraproaceites, seccionales San Alberto y El Copey; Sintrainagro, seccional Minas; y Sintragrim, seccionales El Castillo y Mesetas, 1970-2018

Hacer la memoria histórica de las organizaciones sindicales en el sector rural es imprescindible, no solo como herramienta para construir nuevos escenarios de reconciliación en la actual etapa de posacuerdo, sino también porque permite develar, en primer lugar, las dinámicas cotidianas y laborales en aquel sector. En segundo lugar, permite dar cuenta de una verdad alternativa y desnaturalizada respecto al rol del sindicalismo en la construcción de espacios democráticos en el departamento y en el país. En tercer lugar, revela nuevas posibilidades de reconfigurar las identidades organizativas mediante la evocación de los recuerdos individuales y colectivos. Esto último se articula con la elaboración de narrativas vivenciales y la construcción de contextos históricos, capa-ces de reconocer y legitimar la actividad sindical.

Autor: Eugenio Castaño González

Año: 2019

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La palma en Colombia
La industria de palma en Colombia

La llegada y expansión de la agroindustria de la palma de aceite en Colombia ha estado marcada durante décadas por controversias económicas, políticas y sociales. En los años setenta fue vista como una esperanza económica para las regiones rurales del país, en los años ochenta y noventa del siglo xx, y hasta principios del presente siglo, fue cuestionada por su relación con el desplazamiento forzoso y la acumulación de tierra a través de actos violentos. El gobierno de Álvaro Uribe Velez les entregó a los empresarios de la industria del biodiésel la garantía de demanda y compra sin contraprestaciones.

La palma de aceite en Colombia. Fotografía de Daniel Hawkins
La palma de aceite en Colombia

Los vaivenes laborales de esta industria, casi siempre enfrentada a una crisis o a un potencial económico, han sido constantes durante toda su historia en el país; mientras el estado ayuda a consolidar a las empresas y ellas avanzan en la tecnificación del proceso industrial, las condiciones de las y los trabajadores del sector no han visto mayores mejorías en las últimas dos décadas.

Prácticas como la deslaboralización y tercerización laboral fueron tan endémicas en todo el sector que, como parte del proceso de ratificar el TLC entre Colombia y los Estados Unidos, en abril de 2011, los dos entonces presidentes, Juan Manuel Santos y Barack Obama, firmaron el Plan de Acción Laboral (PAL) que incluyó 37 medidas sobre 10 temas, todos enfocados en mejorar la protección de las y los trabajadores colombianos y garantizar muchos de los derechos laborales fundamentales, los cuales, hasta entonces habían sido burlados por muchos empresarios presentes en el país.

En los años posteriores, a pesar de numerosos cambios legislativos y el aumento sustancial del presupuesto del Ministerio de Trabajo (vea: CUT, et al., 2014; ENS, 2015), tanto para contratar inspectores como para reorganizar su estructura institucional y volver más transparente y sistemático sus operaciones, la presión ejercida por el Estado sobre los empresarios del sector de palma, para que estos cumplieran con las leyes laborales y dejaran de practicar la discriminación sindical, no fue suficiente y, más allá de algunos procesos parciales de formalización laboral, sobre todo en ciertas empresas en la zona central del país (Palmas del Cesar, Palmas de Monterrey y, más recientemente, Indupalma), la precariedad e inestabilidad laboral siguen siendo el pan de cada día para la mayoría de los miles de trabajadores que desempeñan actividades en este sector.

Fotografía de Daniel Hawkins
Fotografía de Daniel Hawkins

La visión aplicada a esta industria es aún arcaica, aunque ella está cada vez más conectada a las necesidades del mercado mundial y de la cadena global de suministros, donde esforzarse para reducir los costos laborales ignora que el proceso de producción se debe basar no solo en los costos sino también en los estándares de calidad, además de cumplir con estándares sociolaborales que perciben a los trabajadores como personas con derechos (Barrientos et al., 2011: 322; Trienekens, 2011).

Este informe presenta los principales hallazgos de este estudio diagnóstico y ofrece algunas reflexiones y sugerencias acerca de cómo las organizaciones sindicales de este sector pueden avanzar en presionar por mejoras concretas y sistemáticas en las políticas empresariales y del sector en su conjunto en el tema de la salud integral de sus trabajadores.

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Algunas empresas y su política para la cadena de suministro del aceite de palma

Infografia Cargil
# 1 Cargil
Infografía Colgate
#2 Colgate
#3 Nestlé
#4 Pepsico
#5 Unilever

Autor: Equipo de investigación de la Escuela Nacional SIndical (ENS). Daniel Hawkins, Carmen Tangarife, Oscar Fernando Gallo, Edson Adrián Vásquez Quintero, Marta Piedrahíta

Año: 2018

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Alternativas sindicales para el nuevo milenio
Alternativas sindicales para el nuevo milenio. Jorge Giraldo Ramírez (Ed.)

La encrucijada que vive el movimiento sindical mundial ha llevado a investigadores, educadores y a los propios sindicalistas a profundizar el estudio de las condiciones de los trabajadores como sector social
y de sus organizaciones.
Una auténtica voluntad de cambio, que suscite iniciativas y fertilice la imaginación en el sindicalismo, sólo será posible si los trabajadores y sus dirigentes se percatan de la magnitud del problema. Hay que persistir en los diagnósticos, pero la fantástica velocidad con que se están dando los cambios —mayor aún en América Latina que en los países industrializados— ya nos exige el bosquejo de posibles alternativas renovadoras para los sindicatos y los trabajadores.
Bajo estas consideraciones, la Escuela Nacional Sindical­-Antioquia convocó a investigadores y dirigentes sindicales al Semillero «Alternativas Sindicales para el nuevo milenio» que se realizó en Medellín en julio de 1993.
De este modo presentamos dos ensayos por cada uno de los temas que habíamos previsto abordar: «El programa sindical», «Concertación y negociación colectiva», «Gestión y modernización sindical» y «Educación y cultura para un nuevo sindicalista».

Autor: Jorge Giraldo Ramírez (Ed.)

Año: 1993

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